La baba de caracol promete reducir las arrugas y cicatrices y restaurar tu piel para dejarla más firme, brillante, lisa e hidratada. El colágeno contenido en él es una proteína que favorece la tonicidad de la piel, reparándola y reestructurándola; la elastina, también presente en la mucosidad del caracol, la hace más elástica; mientras que el ácido glicólico tiene una acción exfoliante que la renovación celular, contrastando la discromía cutánea y favoreciendo la formación de colágeno endógeno.
Si aún no tienes una piel muy madura, puedes aprovechar los principios activos de la baba de caracol, si quieres combinándola con otros ingredientes útiles para hidratar la piel, para prevenir la aparición de arrugas de forma totalmente natural.
Gracias a sus propiedades, la baba de caracol estimula la síntesis de colágeno y de elastina. Además, las vitaminas y los mucopolisacáridos que contiene refuerzan este efecto anti-edad actuando sobre el nivel de elasticidad de la piel y aumentando el grado de sequedad.
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